El yodo es un oligoelemento esencial de vital importancia y un componente sustancial de las hormonas tiroideas. Dichas hormonas regulan gran cantidad de procesos importantes del cuerpo, como el metabolismo energético, la ostogénesis y el desarrollo del cerebro. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 50 países del mundo todavía no cuentan con un suministro suficiente de yodo. Por este motivo, muchos países enriquecen su sal de cocina con yodo.
El Instituto de Medicina recomienda una ingesta de 150 mg al día para los adultos. Las mujeres embarazadas y en período de lactancia necesitan una cantidad diaria mayor, ya que el necesitan el yodo para sus propios procesos metabólicos y para transmitírselo al bebé. Según el Instituto de Medicina, las mujeres embarazadas necesitan una cantidad de 220 mg de yodo al día. Las mujeres en período de lactancia deberían tomar 290 mg. Durante y después del embarazo, solo deben ingerirse suplementos tras realizar un examen médico y según las instrucciones correspondientes.
· Pescado marino y algas
· Marisco
· Productos lácteos
· Huevos
· Sal yodada
Sin embargo, la cantidad de yodo depende del origen y del contenido de yodo en el suelo.